El viento que llevó las horas mojadas y las cenizas de un porro que alivio el luto de nuestra alma

El viento que llevó las horas mojadas y las cenizas de un porro que alivio el luto de nuestra alma
lizzi martinez

sábado, 27 de diciembre de 2008

Pecado enfermizo


Ella lloraba desconsolada en su vieja cama de madera comida por las termitas. Yo solo quería ver lo que le sucedía, ayudarla a ver las hermosas estrellas aquel día en que el cáncer invadía sus pulmones, su hígado, su corazón y cada órgano de su cuerpo , dejando tan solo una sencilla y demacrada sonrisa en su chupado rostro ocultándose bajo sus pecados, empapada en llanto pedía perdón en su ultimo minuto de arrepentimiento, retrocediendo su larga vida de sufrimiento, el minuto solo fue caminando quedando tan solo en un par de segundos, ella solo serró sus ojos y murió en el pecado.

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