El viento que llevó las horas mojadas y las cenizas de un porro que alivio el luto de nuestra alma

El viento que llevó las horas mojadas y las cenizas de un porro que alivio el luto de nuestra alma
lizzi martinez

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Mendigo de tu corazón


Que tienes en los labios que tanto me llaman , una lengua ardiente que me traga nadando en tus sucios ojos q me envenenan Con unas pupilas que abren mis entradas. Como es posible que tus abrazos sean los que me asaltan, Soy una carterita de ladrón de tus fieles manos. Como puedes cogerme de la mano y decirme al oído que me amas si en la otra tienes un puñal con el que me atacas. De que sirve que llores, Si aun ni así voy a dejarte porque seria matarme contigo sin que mueras. Como respirar si no me das aire en los pulmones, Como vivir si no me devuelves el corazón.
Que engañosa tu traición, Pues aun así te sigo amando con ambición, sos un laberinto de cenizas que recojo, voy detrás de ellas como un lobo mientras tú las lanzas por los aires, Viajo sin rumbo buscándote, Persigo tu aroma cruelmente sin piedad comiendo granitos de soledad en los rincones de las calles tomando agua que cae del cielo, mendigando piedad con desespero robando flores en las esquinas para complacer tus delirios Ahogándome entre horribles pirañas mientras tú vas encima de mi espalda; Entonces dime- ¿Cómo dejarte?- Si son las noches desveladas cuando no compartes conmigo la cama, Cada noche salgo a la ventana de mi cuarto buscándote entre las estrellas, pero no te encuentro- ¿Dónde te has metido? – te busco debajo de las sabanas, dentro de la pecera haber si estas nadando un rato, en el tejado haber si estas cantando, en el armario haber si estas jugando, en el cielo, debajo del suelo, detrás de las puertas, en los cuadros, pero no te encuentro.
Pues soy mendigo de tu corazón sin mas remedio.

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